viernes, 22 de noviembre de 2013

Falta educación y ejemplo para respetar los derechos de autor



Pilar Castaño la sorprendió el plagio. Las ilustraciones de su libro La maravilla de ser mujer han sido blanco de críticas por la copia que Gabriela Salazar, la ilustradora, hizo de diseñadores estadounidenses.

"Está arrepentida, como todos los seres humanos cuando cometemos errores. Angustiada por el error que cometió porque causó daño a mucha gente, comenzando por mí. Esta situación va a tener consecuencias complicadas de demandas, va a ser muy grave. Es una pérdida en dinero monumental para la editorial y para mí, es un golpe como no lo he recibido nunca en la historia de mi carrera", expresó Castaño.

A propósito de este suceso que entra a engrosar las listas de los casos más comentados que se "pasan por la faja" los derechos de autor y de propiedad intelectual, Carolina Botero, abogada y directora del grupo derecho, Internet y sociedad de la Fundación Karisma, califica este tipo de situaciones, no exclusivamente la de Pilar Castaño, como un problema de educación.

Para la experta, el plagio hoy no hay forma de evadirlo. Las producciones de otros se pueden encontrar fácilmente porque en la actualidad la barrera geográfica no existe.

"La tecnología de internet se basa en la copia. La copia, en muchas ocasiones, está permitida pero no quitar o sustituir el nombre del autor. Eso es plagio", apunta.

Una práctica en ascenso
Copiar sin atribuir los derechos de autor no es asunto nuevo. Sin embargo, sí es una práctica que se ha incrementado en los últimos 15 a 20 años gracias al acceso fácil a la información en la era del internet, según Nathalia Franco Pérez, directora del programa Atreverse a Pensar de la Universidad Eafit, que persigue la excelencia y la integridad en el ámbito académico y moral.

"Hoy existen herramientas como software que se compran para detectar el plagio. Una forma fácil de hacerlo es poner en Google por ejemplo, un párrafo entre comillas y el buscador de inmediato lo lleva a la fuente original", indica.

Y es que de plagio existen diferentes modalidades, a través de citas textuales no atribuidas, parafraseos sin reconocer formalmente de donde se obtiene la información y hay quienes van más allá y hablan de la forma cómo se cita.

Una buena práctica para evitar el plagio y que recomienda Botero, es hacer visible la obra y sobre todo, el autor. "Entre más personas lo vean y reconozcan el autor mucho mejor, pues lo que se critica es la intención de borrar a quién pertenece la creación porque en muchas ocasiones la copia sí está permitida", dice.

Cómo reclamar
Ante la violación de derechos de autor, la legislación colombiana dispone de dos herramientas: civil y penal.

En la primera, se instaura la demanda por daños y perjuicios ocasionados. En la penal la denuncia puede llevar privación de la libertad.

Ambas instancias son pertinentes tanto en obras con derechos reservados como en otras de usos más amplios.

"Hay formas correctas e incorrectas de copiar. El plagio es una forma incorrecta. Lo mínimo que puede hacer una persona es reconocer el autor. Además, hay que saber que toda copia no es plagio", concluye Botero.

PREGUNTAS

ANTE ESAS SITUACIONES TENGA EN CUENTA

ANA MARÍA MESA 
Experta Derecho Informático

¿Cómo evitar el plagio?


Hay formas simples como citación de textos, autores o parafraseando. En Colombia existe el grupo de delitos de propiedad intelectual que se encuentran consignados en la Ley 599 del 2000 art. 270 al 272 y la Ley de delitos informáticos 1273 de 2009.

¿Qué herramientas son útiles para detectar plagios?

Gratuitos: Copyscape, Plagium, Dupli Checker (permite verificar en línea un texto). Con licencia: Turnitin y Compilatio.

EN DEFINITIVA

El caso del libro La maravilla de ser mujer puso de nuevo, sobre el tapete, la discusión sobre la copia y el plagio. Citar cuando haya copia literal o parafraseo es la recomendación cuando se hace uso de un trabajo o un texto que no es de producción propia.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Artículo de interés

7 maneras para tirar según la literatura


Los españoles follan, los argentinos garchan, los venezolanos cogen, los guatemaltecos chiman, los mexicanos chingan, los cubanos singan, los colombianos tiran, los peruanos cachan, los bíblicos fornican, los animales copulan, y los más lobos hacen el amor. ¡Bien pueda escoja! Los países hispanohablantes registran los menores índices de desarrollo en el mundo, pero sospecho que tienen la mayor cantidad de coloquialismos para referirse al proceso anatómico causante de la superpoblación en China. Lástima que eso no sirva de nada ante el analfabetismo, la desnutrición o la pobreza.
Al parecer un país tiene tantos gentilicios como formas de hablar de sexo. Por ejemplo, los paisas “pichan”, ya se podrán  imaginar ustedes la cara de mis amigos en Medellín cuando el portero de la universidad no me dejó entrar sin carné y en plena pataleta dije: “¡me da tanta ira que me provoca espicharlo!” Mis amigas en Bogotá “tiran”, se tiran al novio, al ex novio, al novio de la amiga o a la amiga en algunos casos, y en el pueblo de mi abuela, hablan de “encamarse”, ellos se encaman la hija del vecino, a la muchacha de la tienda, a la que vende los amasijos o a la que les cuida la finca.
La cantidad de sinónimos que existen para tirar –soy bogotana y como ya dije los bogotanos tiramos- no es producto exclusivo de la jerga y el lenguaje cotidiano, en la literatura abundan las metáforas y las comparaciones al respecto, algunas maravillosamente concebidas y otras bastante desafortunadas. Federico García Lorca, poeta y dramaturgo de principios del siglo XX, nunca folló como lo haría cualquier español, según él mismo dice en La casada infiel, él “montó en potra de nácar”: “Aquella noche corrí el mejor de los caminos, montado en potra de nácar sin bridas y sin estribos. No quiero decir, por hombre, las cosas que ella me dijo”.
Los chilenos Pablo Neruda e Isabel Allende parecen tener una extraña fijación con los desastres naturales, Neruda, al parecer se tiene en muy buena estima y enMateria Nupcial habla de “inundar con amapolas y relámpagos: “la inundaré de amapolas y relámpagos, la envolveré en rodillas, en labios y en aguas, la entraré con pulgadas de epidermis llorando y presiones de crimen y pelos empapados”. Isabel Allende por su lado, es un poco más ingenua y prefiere inundar con aguas felices, o por lo menos, eso dice en De amor y Sombra: “Mucho después, cuando sintió vibrar el cuerpo de ella como un delicado instrumento y un hondo suspiro salió de su boca para alimentar la suya, una formidable represa estalló en su vientre y la fuerza de ese torrente lo sacudió, inundando a Irene de aguas felices”. Yo no soy muy hábil con el tema, pero dudo mucho que ofrecerse a “inundar al otro” resulte en algo bueno, personalmente, encuentro aterradoras las alusiones a desastres naturales.
Juan Manuel Roca es un poeta paisa pero no picha, según dice en su poemaCuerpos él prefiere visitar su más húmedo lugar: “Ah: volver a visitar tu más húmedo lugar a horas imprevistas, mientras abres la página en blanco de tus piernas” y según Inventaremos nuestro propio idioma de Gioconda Belli, ella gorgojea, aguahabla y chorrea como las fuentes: “llenaremos de palabras y risa las paredes del mundo mientras vamos vertiendo el amor de nuestros cuerpos, gorgogiando, aguahablando, chorreandonos como las fuentes”. Más y más agua, menos mal que esta vez no es en proporciones excesivas capaces de desaparecer poblaciones enteras.
El gran Gabo por su lado, prefiere despojar de su intimidad con tres zarpazos, tal como lo narra uno de mis capítulos favoritos en Cien años de soledad: “Ella tuvo que hacer un esfuerzo sobrenatural para no morirse cuando una potencia ciclónica asombrosamente regulada la levantó por la cintura y la despojó de su intimidad con tres zarpazos y la descuartizó como a un pajarito”. Por más fascinante que encuentre la historia de Rebeca y José Arcadio, me cuesta mucho no perturbarme con la idea de que una potencia ciclónica me despoje de mi intimidad en tres zarpazos, y me cuesta aún más, imaginar un galán que no termine con una demanda por intento de homicidio luego de incluir “descuartizar como a un pajarito” entre sus frases de conquista. Las inundaciones no suenan tan terribles ya.
No es posible hablar de cómo se tira en la literatura sin mencionar a la famosa Sherezada, protagonista del libro de cuentos árabes Las mil y una noches. Al parecer, muy liberal para su época, Sheredada prefiere decir que le empujan el ariete poderoso en su brecha, créanme, suena a letra de reguetón pero así lo deja claro en la historia del visir Nureddin: “Empujó este ariete poderoso, hundiéndolo en la brecha, y la brecha cedió. Y Badreddin pudo entusiasmarse al comprobar que la perla no estaba perforada y no había penetrado en ella más ariete que el suyo, ni la habían tocado siquiera con la punta de la nariz. Y comprobó también que aquel trasero bendito nunca había resistido el peso de un cabalgador”. Si los reguetoneros supieran leer, tendrían en Sherezada toda una fuente de inspiración.
También hay quienes recorren geografías acariciando valles, montañas y colinas, quienes embisten y aman de afán, quienes hacen gemir en los cañaduzales, quienes asfixian entre sus amplias carnes de manceba, quienes hacen amores de gallo detrás de las puertas, quienes entran en ella como en una religión, a quienes la redondez de un fruto los hace estremecer y quienes enseñan, en primer lugar a hacer como las lombrices, luego como los caracoles y finalmente como los cangrejos. En definitiva, nuestra lengua permite tirar de mil maneras. ¡Bien pueda úsela!

lunes, 28 de octubre de 2013


Tendencias

La adolescencia de sus hijos, ¿en qué se diferencia de la suya?

La adolescencia es el punto de quiebre. Los padres se enfrentan con los hijos. Pero ¿qué tan diferentes eran los papás cuando tuvieron esa edad? La forma de enamorarse, de vestir y de comunicarse hace parte de las diferencias abismales entre la Generación Y o los Milennials, jóvenes que nacieron entre 1981 a 1995 y la generación de sus papas nacidos antes de 1960. Estas son algunas diferencias
LP, Disco, Vinilo, Rolling Stones, ipod, Kienyke
La música
Los discos de larga duración (LP), los casetes y esperar el lanzamiento de un disco para escuchar una canción fue la costumbre de los padres antes de la llegada de internet y de Napster, la página de distribución de archivos gratuitos que en 1999 cambió la industria de la música para siempre.
En 2011, por primera vez en la historia, las ventas digitales de discos sobrepasaron a las físicas en países como EE UU y Japón. Artistas como Lady Gaga y Justin Bieber se posicionan hoy en los listados a través de la venta en iTunes y no de un objeto llamado CD.
¡Hola Facebook!
¿Redes sociales? Antes de Facebook las redes sociales significaban los grupos de amigos y contactos, hoy se refieren exclusivamente a un universo digital donde las personas hacen amigos e interactúan cada vez con un componente menos presencial. Basta ir a una reunión hoy para ver a todos conectados al WhatsApp.
VHS, Video, Youtube, Kienyke
¡Hola Youtube!
Videos cortos y celebridades al instante, un video en youtube puede convertir al vecino en una celebridad. La generación de los milennials nacen con una enseñanza en la cabeza: internet sirve para compartir. La cultura del entretenimiento les enseñó a familiarizarse desde temprano con la palabra fama. Youtube es una plataforma efectiva para lograrla.
Empresa, Mark Zuckerberg, Kienyke
Adaptación a los cambios, nuevos emprendimientos
Para algunos psicólogos las nuevas generaciones tienen más adaptación a los cambios y versatilidad. Atrás quedaron los empleos de toda la vida, 20 años dedicados a una empresa. Hoy en día la constante es el cambio en parte por las nuevas condiciones laborales pero también por una nueva mentalidad.
En esta generación son comunes profesiones como desarollador de videojuegos o CEO de una red social. Si para los padres las palabra estabilidad era sinónimo de éxito para las nuevas generaciones es la competencia y un marcado sentido de la individualidad.
Baile, 1970, Rock and roll, Reguetón, Kienyke
¿Y los bailes?
El recato y el pudor son cosa del pasado, los nuevos ritmos como el reguetón o la champeta imponen la cercanía de los cuerpos y toda la expresión de la sexualidad.
Regalar flores, Amor, Texto, Chat, Facebook, Kienyke
¿Y la forma de enamorarse?
“Los hombres eran más caballerosos y se esforzaban por conquistar a una mujer. Regalaban flores, chocolates y escribían cartas ( a mano ). Si invitaban a salir lo recogían a uno y entraban hasta la casa a saludar a los papás, abrían la puerta del carro y no lo dejaban a uno pagar la cuenta. Había un tiempo de conquista y todo era más luchado y no tan fácil como lo es ahora. Se le declaraban a uno y le pedían que fueran novios”, dice una mamá de un niño de 12 años recordando el ritual de conquista de su época.
Enciclopedia, Wikipedia, Tablet, iphone, smartphone, Kienyke
 El copy paste
Los trabajos del colegio se hacían en máquina de escribir o a mano, no existíaWikipedia, ni el copy paste.
Rayuela, Golosa, Video juegos, Kienyke
Los juegos de calle en vía de extinción

Los amigos del barrio y salir a montar bicicleta o patines es cada vez menos común, los niños de hoy son más sedentarios y pueden pasar horas frente al Xbox, la tablet y el computador.

martes, 15 de octubre de 2013

Libros que se debería leer antes de terminar la universidad

Miguel Ángel Manrique 
El mundo según Garpde John Irving
"Aunque antes de graduarse de la universidad los estudiantes deberían haber leído muchos libros, Drácula de Bram Stoker o Un año pésimo de John Fante, por ejemplo. El mundo según Garp de John Irving no debería pasar desapercibida para estos lectores. Esta novela narra la historia de una enfermera, la sobreprotectora Jenny Fields y de su hijo Garp, producto del último disparo seminal del moribundo sargento Garp, para hacerse un lugar en medio de la sociedad hipócrita y conservadora del Boston de la posguerra. Irving desarrolla una historia conmovedora, cargada de humor e ironía, en la que la madre y el hijo lucharán, la una para liderar el movimiento feminista, el otro para convertirse en escritor y padre de familia. A través de los ojos de Irving veremos la transformación tragicómica de los personajes, sus éxitos, fracasos, desvelos y miserias. En este gran fresco norteamericano, Irving nos revela los secretos más íntimos de las relaciones humanas, que es de lo que tratan las novelas. Cómo olvidar ese primer capítulo, desternillante y conmovedor. Cómo olvidar el Boston Mercy, la pensión Grillparzer o el relato "El mundo según Bensenhaver". Publicada en 1982, El mundo según Garp es una buena iniciación a la lectura. Cómo olvidar la frase: Así deben de ser las familias, pensaba Jenny Fields. Sentía que, si alguna vez tenía hijos, los amaría igual a los veinte que a los dos años; de hecho, pueden necesitarte más a los veinte, pensaba".
Miguel Ángel Manrique es ganador del Premio Nacional de Novela (2008) del Ministerio de Cultura con Disturbio. Profesor universitario y editor.   Dicta el Taller de novela corta del Fondo de Cultura Económica.

http://www.abc.es/Media/201112/09/OBJ3826880_1--644x362.JPGLeonardo Faccio
Tractatus Logico-Philosophicu
s, de Ludwig Wittgenstein.
"Ya que en la Universidad se supone que aprendemos a dar sentido a ideas complejas, y a expresarlas con propiedad, antes de acabar el curso académico tal vez es buen momento para repensar desde la Lógica los alcances de la palabra y el silencio. La obra de Wittgenstein es un desafío intelectual con valor poético que, por su carácter críptico, incita a descifrar su complejo proceso de creación y edición, un derrotero que puede leerse en La génesis del Tractatus, de G.H. von Wright,  y en las cartas que el autor envió a Keynes, Moore, Ramsey, Eccles, Engelmann, L. von Ficker y a su maestro, Bertrand Russell, autor del imprescindible prólogo del libro. Para su lectura en castellano recomiendo la edición de Alianza editorial, con introducción de Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera".
Leonardo Faccio es periodista y fotógrafo. Editor Asociado de la revista Etiqueta Negra. Docente de la UAB y la Universitat de Barcelona. Autor de Messi: El chico que siempre llegaba tarde [Y hoy es el primero]. (2011)

http://www.subterfugiospereiranos.com/wp-content/uploads/2011/08/maryluz-vallejo.jpg
Maryluz Vallejo 
La rebelión en la granja,  George Orwell
"Deberían leerse La rebelión en la granja, una sátira que George Orwell publicó en 1945 para desnudar las mentiras del estalinismo. Mantiene su vigencia porque es aplicable a cualquier sistema político en tanto retrata la condición humana frente a las tentaciones del poder, la división de clases, la corrupción, la doble moral, la manipulación ideológica. Con corrosivo humor inglés, esta fábula enseña porqué todos los animales (léase hombres) son iguales, pero algunos son más iguales que otros".
Maryluz Vallejo es reportera y editora cultural. Es directora de la revista Directo Bogotá y profesora titular de tiempo completo del departamento de comunicación.  

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Guido Tamayo 
Lecciones de los maestros de George Steiner.
"Los seres humanos en general y todos los estudiantes universitarios en particular, deberían leer Lecciones de los maestros, libro del gran ensayista George Steiner. En él Steiner- después de hacer un ilustrativo periplo relatando la experiencia de distintos personajes históricos que practicaron la docencia de alguna forma como Sócrates, Platón y Jesús, y de algunos de sus discípulos como Virgilio, Dante, Husserl y Heidegger entre otros-, establece una antigua conversación sobre las relaciones de poder entre ellos. El resultado de esa interacción entre maestros y discípulos deja como resultado alguna de estas tres opciones: la del ejercicio del poder del maestro sobre el discípulo (la más común); la rebelión del alumno contra su mentor (esporádica, aunque cada vez más frecuente) y, por último, el diálogo sincero, abierto y apasionado entre los dos (lastimosamente excepcional)".
Guido Tamayo  recibió la beca de creación literaria del Ministerio de Cultura de 2007, obtuvo el Primer Premio de Novela Corta de la Pontificia Universidad Javeriana(2010) con El inquilino y es profesor de expresión escrita y escritura creativa.
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim_DyxzXiwEbHNoWUZhMAXocm8UT_jleDXsaBGRMlMW68Z9PTehrb__252ppzh2j_-jZ67qJVmBzS3PfM0wr9QJq1O-h6WoLlK5uSJno30U634Oo85AdTgySz10PGakYh5gFcJjhIO6A/s1600/antes.jpg
 Carlos Gaviria Díaz
El Quijote,  La decadencia de Occidente, yHamlet.
"Toda persona de formación universitaria, al margen de cuál haya sido su área específica de estudio, debe leer al menos la que se juzgue obra emblemática de su lengua. En nuestro caso, El Quijote.
Para desterrar de su mente la idea de que existe una historia de la humanidad y no una historia de las culturas, La Decadencia de Occidente, de Oswald Spengler, obra erudita y sorprendente, escrita con una emoción estética incomparable. Y para conocer al más grande personaje dramático, en contraste con Don Quijote, y símbolo de los problemas que acosan al intelectual occidental, Hamlet".
Carlos Gaviria es un abogado, magistrado, político colombiano, profesor durante treinta años, decano y vicerrector de la Universidad de Antioquia.

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Roberto Herrscher 
Hiroshima de John Hersey.
"Creo que si todos leyeran antes de terminar la universidad Hiroshima de John Hersey y lo tomaran como propuesta de actitud, de mirada hacia el "otro", el mundo sería medio milímetro mejor. Hersey, un norteamericano hijo de predicadores protestantes, cubrió la Segunda Guerra Mundial empotrado con las tropas de su país. Unos meses después del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, viajó a la ciudad devastada y entrevistó por horas y horas a decenas de sobrevivientes. Su pequeño gran libro cuenta la historia de seis de ellos, desde su punto de vista, apelando casi exclusivamente a lo que vieron, oyeron, hicieron, sintieron. No habla de simpatía o empatía con estos ciudadanos de un país enemigo, sino que la ejerce sin más. Nos pone en su piel, debajo de la bomba, y después nos lanza a arrastrarnos intentando sobrevivir y al mismo tiempo, entender qué pasó y qué está pasando. Hiroshima, publicado en la revista The New Yorker en el primer aniversario de la bomba, es uno de los libros que más ha hecho reflexionar y hasta cambiar de idea a una sociedad entera. Es no ficción, pero es una joya de la literatura. En resumen, creo que leer Hiroshima nos hace más humanos. Ojalá todos los que la leen pudieran mirar a su alrededor y pensar aunque sea por un segundo que es posible contar la historia de "el otro" de su tribu, su país o su religión como hizo John Hersey con ese puñado de japoneses aturdidos".
Roberto Herrscher es director del Master en Periodismo de la Universitat de Barcelona y la Universidad de Columbia.  Colaborador de Etiqueta Negra, Gatopardo, La Vanguardia y el digital The Objective.

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Alberto Salcedo Ramos 
Sugeriría Lo que no tiene nombre, de Piedad Bonnett.
"Es un libro que le encuentra sentido a las palabras, porque las usa para buscarle una explicación lúcida, valiente y amorosa a lo que parece no tenerla. Es uno de esos libros escasos que verdaderamente lo transforman a uno. Creo que un chico universitario, al terminar de leerlo, correría adonde su mamá a darle un beso, lo cual no es poca cosa. Este libro es una experiencia vital que nos enseña mucho sobre el respeto, la tolerancia y el amor".
Alberto Salcedo Ramos es periodista. Ha sido docente de la Javeriana y de la Universidad de La Sabana. Tallerista de la FNPI. Ganador del Premio rey de España (2013)


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Patricia Ayala 
Viajes con Heródoto de Ryszard Kapuscinski 
"Para un montón de muchachos que llega, y a veces sale de la universidad, sin que la cabeza les haya crecido lo suficiente como para que el mundo les quepa en ella, esta obra —que puede ser un reportaje, un tratado o un libro de viajes— de uno de los más célebres escritores y periodistas de los últimos tiempos, es una magnífica puerta de entrada a eso que llamamos universalidad, de la cual todos los universitarios deberían hacer gala".
Patricia Ayala Ruiz  es cineasta, periodista, docente universitaria, ganó el estímulo del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y filmó el documental DonCa.

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Óscar Collazos 
Robinson Crusoe de Daniel Defoe.
"Cuando se nos olvidó cómo vivir en sociedad es cuando debemos recordar cómo hacerlo".
Óscar Collazos es un escritor, columnista y crítico literario colombiano. Es Doctor Honoris Causa en Literatura de la Universidad del Valle (1997).Tierra Quemada (2013), es su más reciente novela.